3 de mayo de 2018

Metal

Útero seco
Tejido alcalino
Entre alaridos se gestó
Se meció entre sus lágrimas antes de saber llorar
Nació
Su llanto llenó sus pulmones de alquitrán
El asfalto trazó sus huellas dactilares
Su cuero se curtió en napalm

Las lecciones de su madre
formaron gritos desgarrando su garganta
Se buscó, se encuentra, se aniquiló y vuelve a resurgir
Siempre creciente su decrepitud

Vaga por las calles
Hoy y siempre, arrastra las cadenas de otrxs
Grita en tu cara con nuestra saliva
Usa nuestros dientes para sonreírle a las ironías
Es hoy quien es ahora y quien fue todas las veces anteriores
Recuerda la desesperanza del futuro
Porta las armas para la batalla aún pendiente



Llevame con vos

15 de marzo de 2018

Since we've been wrong

¿Te acordás de cuando te pusiste ese vestido?
Se me escapó de la vista bajo el brillo del ojo
¿Te acordás aquello que me dijiste?
¿Qué rumbo te dio el derecho a desvariar?
Y en tu tonada viva se desatoraron mis dientes
Los relojes suenan fuerte con cada respiro

Desde que estuvimos equivocados
Me he derramado
Desde que estuvimos equivocados
Nunca más me conocerás
¿Qué te llevó tanto tiempo?
No estoy del todo seguro
Pero a mi corazón le queda solo una oportunidad
Y Luseal perdura

Un día llegará una lluvia a lavar
La tierra que nos contuvo no era una isla
Me he vuelto hacia dentro encarnado en mi piel
Encontré la salida a través de esos párpados
Cuando todos los días resultan náufragos
Parezco pensar que no pertenezco acá

No pertenezco aquí
No debería quedarme
Las flores en mi interior crecen vacías
Las paredes entre nosotros nunca se romperán
Sellado mi interior se vacía más

8 de marzo de 2018

Soledad

Soledad la que me encuentra cada tarde
Soledad la que me encuentra cada mañana
Soledad sin pelo ni cuero
Soledad sin Sol, sin astro, sin sonrisa
Soledad con toda su ausencia

Soledad la que tira de mis muñecas
Soledad la que camina sobre mis dedos
Soledad la que hincha mis hombros
Soledad la que me aprieta las cienes
Soledad la que me mata de culpa si miro a alguien más

A alguien

Alguien que sea un amigo objeto de atención
Alguien que sea una amiga objeto de deseo
Alguien que sea familia objeto de suplica
Alguien que sea compañía y la aparte de mí
De mí a quien llamamos soledad

Soledad siempre con mayúscula
Soledad porque siempre la nombro primero

3 de marzo de 2018

La muerte de la palabra

La palabra ha muerto, nosotros la hemos matado.

Vivimos. Vagamente somos conscientes de que vivimos. Discutimos qué hace a la vida ser tal, discutimos cuál forma de vivir es la correcta. Disertamos, filosofamos, gracias. Peleamos, enfrentamos, odiamos, basta.
Nos alzamos, no de entre las cenizas, de entre los escombros de la destrucción pater-mater-nal; aquel impacto, derecho de sangre, de nacimiento. De aquella accidental formación del capricho reproductivo celular, de aquella zambullida al charco pútrido del lenguaje y las imágenes, redundancia de significados; nos encontramos con un mundo que nos niega, que nos anula, que nos contradice y aún no sabemos nuestra propia palabra.
De la multiplicación celular a la nulificación nominal y luego a resurgir.
Por negación de la conciencia o negación de la otredad, nos alzamos. Por entre los cascotes de los muros asomamos aún con la ilusión de un muro para protegernos. Quien mantenga la duda se arrastra por debajo de los despojos barriendo el polvo y elude la luz infecciosa de los reflectores. Quien mantenga la duda, bordea la mirada del abismo y siente el tirón fuerte de las negaciones de aquella accidental formación. Quizás sepamos de él o de ella en un futuro, quizás no y ya haya caído en la insalvable cordura.
Así pues decía, nos alzamos y nos entregamos al cadáver divino, el verbo sustantivizado. Inevitablemente nuestro discurso integra la realidad atemporal del verbo asesinado vuelto sustantivo. La vorágine de las relaciones sociales nos fuerza a agilizar nuestros movimientos y aggiornarnos. Día a día, nuestros pares se nos presentan imponentes, innegables e incomprensibles. La demanda de agilización fuerza a saltar pasos para producir conclusiones efectivas a tiempo y no ser eyectado de la corriente. El sustantivo en tanto tal implica una pausa procesal inadmisible pues exige aprehender sus diversas implicancias o cualidades. El sustantivo en tanto tal muere.
Nos erguimos entre las masas amorfas de carne que nos rodean, con palabras largas y afiladas en nuestras manos que blandemos ciegamente a diestra y siniestra para poder cazar una bocanada de aire deficiente. Las palabras en nuestras manos cortan la carne con la sentencia de los adjetivos, una hoja hueca de significado, adjetivos sin sustantivos, sustantivos sin verbo. Rezumamos palabras que no son tales, nos hincamos de rodillas ante el verbo-sustantivo adjetivizado, el demónico cadáver de los gusanos que se hacían un festín aquella vez.
Carentes de verbo, no percibimos. Carentes de sustantivo, no nos detenemos a pensar. Abundantes de adjetivos, cualificamos todo a nuestro alrededor, definimos al futuro y distorsionamos el pasado. Nos empoderamos en el mundo ejerciendo definiciones sobre el mismo a mazazos de palabras. Con cada arremetida, resuena el interior hueco de cada palabrazo. Cada instante se oye la vibración incapaz de detenerse, nutrida en la oleada del siguiente impacto. Nuestros oídos retumban con el zumbido inexorable del vacío en cada concepción.
Mientras tanto, quienes mantuvieran la duda y sobrevivieran al abismo, tal vez retornan sin que lo sepamos y observan el tejido actual de la realidad colectiva, tal vez descubren las fallas y son capaces de enmendar a puntadas o parchazos, pero solo tienen palabras en sus manos que ya empiezan a apestar a muerte.

23 de febrero de 2018

Espera

You cursed me with the most tormenting sickness that ever haunted humanity ...hope

La noche, ese inevitable lugar común, me envuelve a la vez que se abre ante mí. Vos te despedís animadamente y desaparecés. Tu imagen no se aparta de mi retina. Yo prefiero caminar a casa. Miro al cielo, la ciudad me tapa las estrellas. Te extrañé durante años y te olvidé otro tanto y acá estás de nuevo, aún tan distante pero nuevamente gravada en mi retina.
Podría bailar toda la noche con vos, aunque no sé mover los pies. Tu fantasma me sonríe, me toma de las manos desafiante y me lleva. Nadie nos mira, los postigos están cerrados, la gente duerme sin soñar. Giramos y saltamos, nos lanzamos y nos juntamos y me encerrás en tu abrazo. La bruma de tu fantasma me rodea y yo espero que comience a materializarse.
Y ya no estás. Por un momento estoy a punto de desplomarme al suelo. Pero mis piernas recuerdan los largos años que llevamos de vida, son piernas maduras y no de niño. Reparten el peso en la posición debida, me yerguen y continúan acarreándome a casa. Una de mis manos se adelanta a abrir la puerta y espera llegar a la cerradura. La puerta se abre al pasillo como una boca de lobo.
Al fondo de la garganta está la cueva en la que duermo ¿Por qué te traería a un lugar como este? ¿Por qué te espero si no estoy listo para recibirte?

19 de febrero de 2018

Catala

Le huyo y rehuyo a este instante, este instante en que me mirás y me ves o no, no puedo saberlo. El mundo puede atiborrarse de gente, el aire puede estallar en estridencias, pero si te encuentro, sos lo único que veo. Cada tanto bajo la mirada al vaso para interrumpir el lapso, recordar que sigo estando en este mundo, que sigo siendo yo. Estamos en ese mágico recinto donde los brebajes se sirven fríos y perduran fríos aunque sea el día más intenso del peor verano del apocalipsis. O quizás es solo mi lengua que agradece esa compañía amarga y dulce, ese abrazo áspero de sabores.
Y hablás y me llega tu voz. Suena tu voz como atravesando el tiempo, como resonando en todos los momentos vividos, así de eterna te siento. Yo juego con el vaso, me fijo en la huella de condensación, atajo un par de maníes sin el menor apetito. Pobres maníes, tan fieles compañeros y yo desdeñándolos así, que sin saborearse son comidos. Es como si nunca te hubieras ido, como si hubiera habido una vida con vos presente. Tu entonación corre por mi piel como las briznas de pasto reciben el baño de agua del riego ¿Es ese el escalofrío que camina bajo mi piel? O acaso un cortocircuito por dentro.
Hay algo oscuro como esta stout, algo que oscurece la ya tenua luz de las led. Hablo y me importa nada lo que digo, porque nada es lo que quiero decir, quiero hablar de vos, quiero hablar de mí y de la vos que está en mí. Soy totalmente incapaz, como es incapaz un amputado de apoyarse en su miembro fantasma, totalmente incapaz de dirigir la conversación a alguna región que me represente en lo más mínimo. Hablamos sobre cosas comunes, gustos, disfrutes y vivencias vividas de forma tan parecida pero tan nada que ver. Y vos me contás tus mil historias de esa vida que tenés lejos mío, esas mil historias para las que mi existencia lo mismo podría ser borrada del planeta.
Y es el corazón ese algo oscuro, es ese lado oscuro que te saborea con una lengua babosa por tu lado más áspero y la sangre de esa lengua se mezcla con la baba. Es ese sabor metálico el que hace la única justicia de esta hermosa noche a la tenue ambientación caoba. Como si un circuito neuronal estuviera alojado exclusivamente en ese rincón distante del cerebro, juega con mis emociones y pensamientos despejando las pálidas nieblas del deseo, lee en tus movimientos el placer que sentís por todo y asegura que podrías sentirlo de mí, lee en tus palabras y en la dirección de tu mirada que yo sigo sin estar ahí.
Un tirabuzón de neuronas baila en el tanque de sangre y grita que te quiero y grita que me muero y grita y solamente llega a mi razón un repugnante borboteo. Y ese borboteo soy yo. Yo mientras te regalo mis ojos, te regalo mis orejas y arde mi piel al tacto de una caricia tuya accidental, como esos actos reflejo que tenés que desvivirían a cualquiera y me bañan a mí como una bendición a un impío demonio.
Y pienso si acaso nunca conoceré el amor.
Y pienso si acaso es eso mismo lo que me está matando.
Y pienso si este gustito que siento, espeso, amargo y dulce, acaso no es la birra que se atora en el nudo que no ves.

15 de febrero de 2018

Tregua

Todas las caminatas
Todas las cervezas
Todas las canciones
Todos los amores

Cada palabra
Cada reflexión

fueron todos un ensayo

y la soledad, el recordatorio


que un día sería
que volvería a estar junto a vos

3 de enero de 2018

Perseguidores

Man, estamos muy solos
No vayas tras esa mujer
No vayas
Estamos más equivocados aún
Ese vacío a veces solo es hambre

Somos los perdidos en el tiempo
El futuro llega con el ultimatum
Este suelo ya no es nuestro
Nunca debió serlo
No así

Y ahora te veo irte
Te veo ir como yo tantas veces
Pero rompés records en hacerte romper
el corazón, al menos no tenemos
No vayas

Viajemos, sí
Hagamos nuestro camino
Exijamos alguna caricia
Pero no te entregues a un amor
que no está, no des
un corazón que no tenés

Porque no te conozco y
ya sé
sos igual a mí

Más allá de la pared del desvelo

Los garabatos como llamas consumen las hojas en blanco. Las venas se ahorcan con cada frenético movimiento que persigue una idea como a fueg...